Instalar una silla salvaescaleras, o una plataforma con la misma finalidad, puede suponer un importante cambio en la vida de una persona con problemas de movilidad.
A medida que la población envejece, cada vez más personas se encuentran en la desagradable situación de ver sus movimientos limitados en su propia casa. Así, cualquier dispositivo que nos ayude a solucionar o minimizar nuestros problemas de movilidad sin duda será bienvenido. Y entre esos dispositivos, las sillas y plataformas salvaescaleras destacan, sin duda.
Debemos tener claro que todos, jóvenes y mayores, podemos encontrarnos con problemas de movilidad. El paso de los años, una lesión inesperada, un accidente… son situaciones desgraciadas, y después de ellas, las escaleras se convierten en el peor enemigo.
Ahí es donde entra el gran beneficio que nos aportan las sillas salvaescaleras: recuperar una parte de la independencia y la agilidad perdidas. Pero instalar una silla salvaescaleras nos ofrece muchas más ventajas que no deberíamos olvidar, entre ellas:
Las sillas salvaescaleras son totalmente seguras: no hay ningún riesgo de que quien esté utilizando el sistema se caiga durante el ascensor. La persona con movilidad reducida gana autonomía, sin asumir nuevos riesgos y con tranquilidad para sus familiares.
Las sillas y plataformas salvaescaleras normalmente cuentan con un sistema de baterías que evitará que la máquina se detenga en caso de que se produzca un corte de luz. Pase lo que pase, quien utilice la silla podrá desplazarse con seguridad y sin interrupciones.
Cuidar de una persona con movilidad reducida es también una situación muy estresante. Además, ayudar a esa persona a subir y bajar escaleras exige una considerable fuerza física y pone en riesgo tanto al cuidador como al destinatario de sus cuidados. Pero con una silla salvaescaleras, la familia no deberá estar tan pendiente de los movimientos de la persona con problemas de movilidad: ellos también ganarán autonomía y salud mental.
A diferencia de los ascensores domésticos, las plataformas salvaescaleras pueden instalarse fácilmente en casi todos los edificios y escaleras. Además, suponen una inversión mucho más reducida, sin apenas obras, y que sin duda se rentabiliza a medio y largo plazo.
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