¿Dónde está el número 13 en el ascensor? Es posible que en más de una ocasión te hayas hecho esta pregunta. En no pocos edificios la planta número 13 no existe o aparece representada en el cuadro de botones del ascensor de maneras un poco peculiares, como, por ejemplo, 12+1.
Las supersticiones en torno al número 13 son muy antiguas y, por sorprendente que parezca, han llegado en buen estado de salud hasta nuestros días. Muchas personas lo consideran un número íntimamente relacionado con la mala suerte y hacen todo lo posible por evitarlo.
Y no solo en los ascensores, por supuesto. En cualquier lugar en el que exista una numeración de elementos podemos encontrarnos desde pisos desaparecidos hasta taquillas con numeraciones extrañas, entre otras peculiaridades. Y es que la fobia al número 13, también conocida por su nombre en griego, triskaidekaphobia, afecta a un porcentaje sorprendentemente amplio de la población.
La pregunta es inevitable: ¿por qué dar por buenas las supersticiones sobre el número 13 y evitar incluirlo en los ascensores?
Al instalador del ascensor no le supone ninguna pérdida o problema excluir el número 13 en su aparato o disimularlo de alguna manera. Tampoco a la persona que diseña un edificio. Para las personas que no son supersticiosas, el número 13 es exactamente igual que todos los demás números, pero, de hecho, su ausencia puede traer consigo algunas oportunidades interesantes.
Por ejemplo, sin el piso 13 un edificio gana una altura adicional lo que puede suponer pasar de edificio convencional a rascacielos. En el caso de los hoteles, esa planta extra puede ser ofertada a precios mayores. En una nueva construcción, ese último piso puede ser considerado un ático de lujo. En los tres casos hablamos de una altura que no es real en absoluto, pero, como podemos ver, no faltan las personas capaces de encontrar opciones de negocio en las supersticiones de los demás.
Depende del ascensor. Las soluciones, por así llamarlas, son de lo más diverso. En algunos casos el número 13 simplemente está ausente, y ahí queda todo. En otros, la planta 13 se convierte en la 12A o la 14A. Incluso la propia planta 14 puede ser, en realidad, la planta 13.
Otra opción muy habitual, sobre todo en los edificios de gran tamaño, es situar en la planta 13 algún tipo de servicio, como un comedor. De esa manera, en el ascensor aparecerá el nombre del servicio y se podrá evitar el número 13.
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