El mundo de los ascensores tiene datos que pueden llamar la atención como ya publicamos en otra entrada de nuestro blog. En esta ocasión, te contamos algunas más que te resultarán cuanto menos interesantes.
Antiguamente también existía la necesidad de transportar elementos pesados o personas a diferentes niveles de altura, y para ello se utilizaban sistemas de elevación cuya diferencia con los ascensores de hoy en día radicaba en la fuente de energía que se utilizaba (la fuerza animal, humana o hidráulica).
Cuando vamos montados en un ascensor seguimos el esquema de los dados, al estar en un sitio tan pequeño y para no sentirnos invadidos según el número de viajeros nos colocamos como formando las caras de un dado: en el centro si viaja una sola persona, en las esquinas si son dos, formando un triángulo si van tres, etc
Los ascensores son 20 veces más seguros que las escaleras eléctricas. Además, existe un 0,00000015% de probabilidades al año de caerse en un ascensor.
Porque producen una sensación de amplitud, evitando así que un efecto claustrofóbico o sensación de agobio al ser un espacio pequeño.
Se introdujo en los ascensores en la década de 1920 para transmitir tranquilidad a los pasajer@s que se montaban por primera vez.
Es algo que ya damos por hecho, pero en su día fue una auténtica revolución. Exactamente fue en agosto de 1957 cuando este sistema se empezó a instalar.
Un ascensor, en caso de fallo mecánica o corte eléctrico, simplemente se detendrá y no caerá al vacío como suele ser habitual en los filmes de suspense.
Si tienes alguna duda acerca de la instalación de ascensores o quieres que te asesoremos sobre esta o cualquier cuestión, en Ascensores Abando te atenderemos sin ningún tipo de compromiso.
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