A los ascensores, como a cualquier aparato, tarde o temprano les llega el momento de ser sustituidos por modelos más modernos, más seguros y con mas funciones. Es inevitable, pero no cabe duda de que sustituir el ascensor no es una decisión tan simple como, por ejemplo, cambiar de teléfono móvil.
Instalar un nuevo ascensor en una comunidad de vecinos o una vivienda unifamiliar implica una inversión económica importante, unas semanas de obras que provocarán molestias en nuestro día a día y, en el primero de los casos, poner de acuerdo a muchas personas con necesidades diferentes.
Por ello, cambiar el ascensor es una decisión que todos queremos tomar solo cuando sea estrictamente necesario, como es lógico. Ahora bien, ¿cómo saber cuándo ha llegado el momento de hacerlo? ¿En qué señales deberíamos fijarnos para entender si nuestro ascensor ya ha llegado al límite de su vida útil o es demasiado antiguo para que sea práctico seguir utilizándolo? Veamos algunas de las más habituales:
La primera de las señales es quizás la más evidente, y no tiene que ver tanto con el ascensor en sí como con las necesidades de las personas que lo utilizan. Las vidas de las personas cambian, inevitablemente: puede que con el paso de los años al edificio hayan llegado nuevos inquilinos que quizás tengan niños pequeños cuyos carros no quepan en el ascensor, o tal vez uno de los vecinos ahora esté en silla de ruedas… son solo dos ejemplos de las diversas situaciones que pueden hacer que el espacio que antes era suficiente ahora no baste.
Otro de los motivos más habituales para plantearnos cambiar de ascensor. Si el elevador de nuestra vivienda o comunidad se avería cada dos por tres y pasamos más tiempo hablando con la empresa de mantenimiento que utilizándolo, la solución estará clara. Este suele ser el caso de los ascensores que superan los 25 años de edad.
Los ascensores más antiguos tienen puertas de hierro que pueden ser difíciles de abrir para ancianos, niños y personas con movilidad reducida. Una de las principales funciones del ascensor es ser una solución de accesibilidad para todas las personas, independientemente de su situación, por lo que si nuestro ascensor es demasiado antiguo como para que todos puedan utilizarlo en igualdad de condiciones, deberemos pensar en renovarlo.
La estética también puede ser un buen motivo para renovar un ascensor antiguo. Si hemos realizado una reforma en nuestro edificio y el viejo ascensor desentona con el portal y la escalera, quizás podría ser buena idea cambiarlo. Además de tener un ascensor con un diseño mucho más moderno, de forma adicional nos beneficiaremos de todos los avances en seguridad y funcionalidad que inevitablemente se incorporan a los nuevos elevadores. En definitiva: saldremos ganando en todos los aspectos.
¿Te reconoces en alguna de estas situaciones? Si crees que ha llegado el momento de cambiar tu viejo ascensor, o si no lo tienes claro y te gustaría contar con la opinión de un profesional, contacta con nosotros. En Ascensores Abando disponemos de un equipo de especialistas con años de experiencia a tu servicio.
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