La importancia de saber cómo limpiar un ascensor
¿Alguna vez te has planteado cómo limpiar un ascensor? La limpieza de los elevadores es uno de las diferentes tareas que engloba la limpieza general de una comunidad de vecinos. Y, aunque no lo parezca, es probablemente una de las más importantes. No en vano, el ascensor es un espacio de tamaño reducido por el que docenas y docenas de personas, e incluso animales, pasan cada día.
La limpieza es aún más importante en el caso de los montacargas o ascensores industriales, cuya maquinaria es más compleja y delicada y está expuesta, además, a elevados niveles de suciedad y todo tipo de residuos.
Así pues, tener unos ascensores limpios y en buenas condiciones es algo básico, independientemente del tipo de elevador y el uso que se le dé. Varía la frecuencia de limpieza, los productos y el tipo de residuos, pero la necesidad de higiene es idéntica. Aclarado esto, veamos ahora cómo limpiar un ascensor de forma correcta.
Limpieza del raíl y el foso del ascensor
Más allá de los elementos superficiales del ascensor -suelo, paredes, espejo, barandillas, cuadro de botones, etc.- hay varios elementos del sistema a los que no solemos prestar atención, pero que si nunca fuesen limpiados provocarían que el elevador no funcionase correctamente. Ejemplos de esos elementos son los raíles y el foso.
Los raíles del ascensor acumulan mucha suciedad, y si en algún momento llegasen a obstruirse, el ascensor sencillamente no funcionaría. La mejor forma de limpiarlos es utilizar una brocha y un aspirador con buena potencia.
El foso del ascensor, por su parte, se suele llenar de basura porque muchas personas deciden, de forma no demasiado cívica, utilizarlo como vertedero. El foso ha de ser limpiado al menos una vez al mes por una empresa de limpieza profesional, o de lo contrario la acumulación de basura podría afectar al funcionamiento del ascensor, a la apertura de las puertas… no es una tarea que sea buena idea ignorar.
Cómo limpiar lose elementos superficiales del ascensor
Para los elementos superficiales y más visibles del ascensor, debería bastar con utilizar los productos apropiados para cada uno de ellos. Las paredes y la puerta normalmente son de acero inoxidable, por lo que deberemos limpiarlos con especial cuidado. Lo mismo se aplica para el espejo -basta con un limpiacristales normal y corriente- y el cuadro de luces y botones. Este último ha de limpiarse con productos que no sean corrosivos, ya que podrían dañar los sistemas eléctricos y, con el tiempo, llegar a provocar un accidente.
Al pensar en cómo limpiar un ascensor, también deberemos tener en cuenta, como señalábamos al principio, qué tipo de elevador es y en qué edificio está instalado. Los ascensores situados en lugares como hospitales o fábricas, por ejemplo, pueden presentar necesidades de limpieza de ascensores específicas (mayor frecuencia de limpieza, uso de productos especiales, etc.) que no deberían ser pasadas por alto.
En cualquier caso, lo que está claro es que saber cómo limpiar un ascensor y ocuparse de hacerlo correctamente -sin dañarlo y sin causar molestias a las personas o trabajadores que deben usarlo- debería ser prioritario más allá de si el uso de la instalación es residencial, comercial o industrial. Como es evidente, no hay ningún contexto en el que un ascensor sucio y descuidado sea realmente una buena idea.
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