Los ascensores hidráulicos son un recurso perfecto para los edificios de poca altura, esto se debe a que simplemente necesitan un tubo que penetre en el suelo hasta una profundidad igual a la altura del edificio. Cabe destacar su seguridad, ya que no pueden desplomarse.
En caso de que suceda un fallo del suministro eléctrico, la evacuación de los pasajeros está garantizada, ya que cuentan con una batería de reserva que permite a los ocupantes bajar a una planta inferior, abrir las puertas y salir tranquilamente. De este modo, el riesgo de quedarse encerrado es muy bajo.
A continuación te mostraremos otros puntos a favor por los cuales los ascensores hidráulicos son una gran opción:
• Los arranques y las paradas de estos ascensores se caracterizan por su suavidad.
• Tienen un desgaste mínimo y su rendimiento es superior al de los ascensores eléctricos en más de un 10%.
• Los ascensores hidráulicos no necesitan contrapeso y por lo tanto el hueco del mismo no tiene que ser muy grande, por lo que es más sencillo a la hora de realizar la instalación.
• La carga de elevación se transmite directamente a las fundaciones del edificio, sin sobrecargar su estructura.
• Los ascensores hidráulicos no tienen por que tener en la parte superior del edificio ninguna instalación para la maquinaria, ya que junto al grupo impulsor, puede estar a cualquier nivel del edificio.
• Por último cabe destacar que son más económicos, tanto en la instalación como en su mantenimiento. La instalación de un ascensor hidráulico es más fácil que un ascensor eléctrico tradicional, sus componentes sufren menor desgaste y necesitan menos mantenimiento. Además, son más eficientes en cuanto a energía, porque solo consumen en las subidas. Ya que en los descensos aprovecha la gravedad y así no consume.