En España, 6 de cada 10 edificios vecinales no cumplen con las normas establecidas en 2017 de disponer de un espacio accesible para cualquier persona. Escaleras interminables o pequeños escalones son un gigante a ojos de aquellos que necesitan de una silla de ruedas para poder desempeñar su actividad diaria.
No debemos considerar cualquier plataforma móvil, desde un ascensor a un salva escaleras, un lujo. En realidad, debería ser un elemento fundamental para permitir una vida digna a personas con movilidad reducida o algún tipo de discapacidad.
Los ayuntamientos suelen publicar subvenciones para proceder a la habilitación de un elevador en las comunidades de vecinos. Un ejemplo de ello es el Ayuntamiento de Bilbao, que hace un par de meses publicó un pliego de subvenciones para los vecinos de la villa.
Sin embargo, la resistencia de las comunidades de vecinos a realizar grandes obras en sus bloques hace de un tema vital, una discusión imperecedera. Ahora se presenta una oportunidad para echar abajo esta barrera e impulsar, gracias en parte a las subvenciones, la instalación de ascensores para poder facilitar la vida a toda una comunidad de vecinos.
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