Desde esta semana los ascensores nuevos que se lancen al mercado contarán con varias características en común. ¿La razón? La entrada en vigor de una directiva europea que fue aprobada a finales del pasado año con el objetivo de obtener ascensores más seguros.
Pero que dicha norma no lleve a confusión. La obligación de que los nuevos ascensores que salgan al mercado deban contar con ciertos elementos no significa que los ya instalados no sean seguros.
Según indica la Federación Española de Ascensores (Feeda), las estadísticas de accidentes invitan a pensar en el ascensor como el medio de transporte más seguro. A lo que se suma el hecho de que muchos de los elevadores se hallan en consonancia con las normas de seguridad vigentes desde 1999 -año en el que se lanzó la primera directiva de ascensores en España-.
Precisamente, España es el primer país europeo en contar con más ascensores por habitante. Hoy en día se encuentran en funcionamiento un millón de elevadores, de los cuales más de 500.000 llevan subiendo y bajando desde hace 20 años. De ahí que, aunque las obligaciones que establece la directiva europea sólo atañen a los nuevos ascensores, conviene que los antiguos adapten algunas de las características de seguridad que dicta la norma.
Entre ellas, la instalación de un sistema de comunicación bidireccional o telealarmas – que permite realizar un rescate de forma rápida y eficaz- o la inclusión de dispositivos de protección contra el cierre de puertas, ya que el 20% de los ascensores con más de 20 años de antigüedad no disponen de estos.
Asimismo, conviene recordar la principal novedad que presentarán los nuevos ascensores fabricados. La normativa europea obliga a los instaladores -entre los que se encuentra Ascensores Abando-, a realizar una trazabilidad de los componentes de seguridad del ascensor. De esta manera será posible detectar rápidamente el lugar en el que se encuentra el elevador defectuoso.