El ascensor en un lugar por el que cada día pasan cientos de personas y en el que su limpieza es una actividad esencial para cuidar de su higiene y mantenimiento.
Sus dispositivos son tocadas por muchas manos y por ello es fundamental una limpieza frecuente tanto de su exterior como de su interior, espejos y botonera principalmente.
Además de otros lugares importantes y que pueden pasar inadvertidos como los carriles del ascensor. Zonas estrechas en las que se acumulan restos de suciedad del suelo, trasladados por la planta de los zapatos y cuyo acceso para limpiarlos es más complicado, aunque puede llegar a realizarse fácilmente con un aspirador. Es muy importante mantener los carriles del elevador limpios porque cualquier obstáculo impedirá el cierre de puertas del ascensor y puede llegar deteriorarlas por el roce.
Zonas que limpiar en un ascensor
Para conseguir realizar una correcta limpieza del ascensor podemos seguir una serie de pautas para que todas las zonas más importantes queden libres de suciedad y se pueda mantener una correcta higiene a pesar del trasiego constante de pasajeros.
Utilizando productos neutros, para no estropear sobre todo el acero inoxidable del que suelen estar revestidos los ascensores, podemos seguir el siguiente método de zonas para una limpieza efectiva:
- Limpiar desde la parte superior hacia abajo para evitar ensuciar zonas ya limpias.
- Limpiar el techo y luces con un paño húmedo seguido de un paño seco.
- Limpiar los espejos y revisar si la superficie tiene un color uniforme.
- Limpiar los botones con un paño húmedo y no rociar el producto de limpieza directamente en la botonera para no dañar el circuito.
- Los carriles de la puerta del ascensor deben estar libres de polvo y suciedad
- Se deben limpiar tanto el interior como el exterior de la puerta del ascensor.
- Barrer y fregar el suelo del cubículo.
Con estas medidas de limpieza y un servicio de mantenimiento de ascensores adecuado, conseguiremos mantener la vida útil de nuestro elevador por más tiempo.