Ha tenido la mala fortuna de adquirir el título de presidente en tu comunidad de vecinos y la primera tarea que se le encomienda como tal es la instalación de un ascensor. El bloque de edificios en el que reside se construyó hace tiempo, por lo que es hora de modernizarse y dotarle de una máquina que ahorre a los vecinos el subir y bajar la pesada compra por las escaleras.
Pero su tarea como presidente no termina con la instalación del ascensor. También deberá asegurarse de que una empresa de mantenimiento se encargue, precisamente, del mantenimiento del ascensor, ya que así lo exige la normativa.
En Ascensores Abando contamos con la autorización debida para no solo instalar un ascensor, sino también encargarnos de su mantenimiento. Así, seremos los veladores de su ascensor, verificando la seguridad del equipo y atendiendo a su buen funcionamiento.
Además de un contrato de mantenimiento, también resulta obligatorio que el ascensor pase por varias inspecciones periódicas. Normalmente, estas inspecciones son responsabilidad del Órgano Territorial Competente de la Administración Pública en la que se encuentre. Y aunque deba encargarse del pago de dichas inspecciones, nosotros estamos obligados a informarle sobre la periodicidad y las fechas de inspección.
Pero no piense que los vecinos se hayan exentos en cuanto al mantenimiento del ascensor se refiere. Deberán prestar atención a la carga máxima que indica la máquina y no sobrepasar el número de viajeros. El botón de parada no se debe pulsar a menos que nos hallemos en una situación de emergencia y si se observa que algo no funciona correctamente, tendrán que comunicarlo a la empresa de mantenimiento contratada.
De igual forma no conviene utilizar el ascensor cuando haya un incendio o durante un terremoto y, sobre todo, mantener la calma cuando quedemos atrapados dentro de la máquina. Gracias a los últimos avances, la mayoría de ascensores disponen de elementos de seguridad que impiden que estos se caigan al foso.