Un ascensor en perfecto funcionamiento pasa desapercibido en nuestro día a día. Subimos y bajamos sin pensar en los mecanismos que lo hacen posible, hasta que un ruido inesperado o un movimiento extraño nos hace preguntarnos si todo está en orden.
Las puertas del ascensor son, probablemente, el componente más visible y utilizado, pero también el más expuesto a fallos debido a su constante uso. Por suerte, hay señales que nos pueden ayudar a detectar problemas antes de que se conviertan en averías graves.
Señales de que las puertas necesitan atención
Las puertas de tu ascensor no se detienen de golpe sin previo aviso; suelen “hablarte” a través de ciertos indicios. Estos son los más comunes:
- Sonidos extraños: Golpes, chirridos o ruidos metálicos son una advertencia de que algo no va bien en el mecanismo.
- Movimiento lento o incompleto: Si notas que las puertas se abren o cierran más despacio de lo habitual, o no terminan el recorrido, es hora de revisarlas.
- Vibraciones inusuales: Un movimiento irregular al abrirse o cerrarse puede ser señal de desgaste en los componentes internos.
- Sensor desajustado: Cuando las puertas no reaccionan correctamente ante la presencia de personas u objetos, es probable que el sensor necesite una revisión.
- Interrupciones repentinas: Las paradas inesperadas durante el movimiento pueden indicar un fallo técnico que requiere atención inmediata.
Si tu ascensor cuenta con puertas manuales, presta especial atención, ya que son más propensas a quedarse bloqueadas, sobre todo en sistemas más antiguos.
Consejos para un uso seguro y prolongado de las puertas
Un uso responsable puede marcar la diferencia en la vida útil de las puertas de tu ascensor. Aquí tienes algunos consejos prácticos:
- Evita forzar las puertas: Nunca intentes abrirlas manualmente si están cerrándose o no funcionan correctamente. Usa siempre el botón de apertura para prevenir daños y accidentes.
- En caso de emergencia, mantén la calma: Si alguien queda atrapado en el ascensor, utiliza el botón de alarma para contactar con un técnico especializado. Intentar abrir las puertas por tu cuenta puede empeorar la situación y es contrario a las normativas de seguridad.
- Asegúrate de cerrar las puertas manuales: Si tu ascensor aún tiene este tipo de puertas, verifica que estén completamente cerradas al salir. De lo contrario, el ascensor no podrá responder a llamadas desde otras plantas.
- Cuidado con las obras: Si hay trabajos de remodelación cerca del ascensor, procura que no se acumulen restos de materiales como polvo o piedras en la zona de las puertas, ya que pueden afectar su funcionamiento.
- Revisa tu vestimenta y accesorios: Bufandas, vestidos largos o bolsos colgantes pueden quedar atrapados si las puertas se cierran de golpe. Antes de pulsar cualquier botón, asegúrate de que todo esté dentro de la cabina.
- Protege a los más pequeños y a tus mascotas: Vigila que entren y salgan del ascensor contigo. Si tu ascensor no cuenta con barreras de infrarrojos, considera instalarlas para mayor seguridad.
Mantenimiento: la clave para evitar problemas
El mantenimiento regular es fundamental para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de las puertas. Esto incluye:
- Limpieza y lubricación periódicas.
- Ajuste y revisión de componentes para prevenir desgastes.
- Sustitución o reparación de piezas defectuosas antes de que generen averías mayores.
Un buen mantenimiento no solo prolonga la vida útil del ascensor, sino que también reduce el riesgo de fallos inesperados y mejora la experiencia de los usuarios.