Lograr perder el miedo a los ascensores no es, por lo general, demasiado complicado, pero puede requerir cierto trabajo, dependiendo de cada persona. Como ya sabremos, la fobia a los elevadores puede manifestarse con diferentes niveles de intensidad, como cualquier otro miedo, y se caracteriza por un miedo intenso e irracional a utilizar este medio de transporte.
El miedo al ascensor está íntimamente relacionado con la claustrofobia, que es como se denomina al temor a los espacios cerrados, y más aún si están escasamente iluminados. Se calcula que entre un 6 y un 8 % de la población padece este problema. El miedo a los ascensores suele surgir como una combinación de claustrofobia, por el reducido tamaño de la mayoría de las cabinas, y temor irracional a sufrir un accidente.
Perder el miedo a los ascensores es algo que muchas personas consiguen por sí mismas. Como decíamos, no suele ser demasiado complicado. No obstante, en los casos más extremos puede ser necesario recurrir a ayuda psicológica, médica o farmacológica.
Debemos comprender que el miedo al ascensor, y en general los problemas de claustrofobia, suponen un serio problema para las personas que los sufren, que en su día a día se ven obligadas a pasar por muchos espacios cerrados.
Perder el miedo a los ascensores y superar la claustrofobia es posible, nunca debemos dudarlo: puede lograrse avanzando poco a poco y, si es necesario, contando con la ayuda de un profesional. Desde luego, ¡merece la pena intentarlo!
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